La FIFA se mostró satisfecha durante su primera visita de inspección de los estadios e instalaciones del Mundial de fútbol que Rusia organizará en 2018.
La delegación de inspección, que permanecerá en Rusia la próxima semana, visitó hoy el Kazán Arena (45.000 asientos), estadio del Rubín, campeón de la liga rusa en 2008 y 2009, y que acogerá tanto los partidos mundialistas como la Copa Confederaciones en 2017.
El jefe del comité de inspección, Christian Unger, aseguró que el estadio, que fue inaugurado durante la Universiada de 2013, es "único" por su aprovechamiento del espacio.
"Ésta es la primera visita y las inspecciones transcurrirán con regularidad. Pero mi primera impresión es que es un fantástico estadio", dijo Unger a la prensa local.
Unger le quitó importancia a los retrasos en la construcción del nuevo estadio del Zenit de San Petersburgo (66.000 asientos), proyecto que ha estado salpicado de numerosas polémicas desde que comenzaran las obras allá por 2007.
"No hay grandes problemas. No tengo duda alguna que el estadio será entregado dentro del plazo previsto. Por nuestra parte, no hay ninguna inquietud o temor", dijo.
Pese a estar en construcción, el estadio de la antigua capital imperial rusa fue elegido recientemente para acoger la Eurocopa de 2020, lo que se sumará a la Copa Confederaciones y la Copa Mundial.
El siguiente destino de la delegación será el sábado el estadio de Sochi, que acogió las ceremonias de inauguración y clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno en febrero pasado.
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